La
osteopatía pediátrica consiste en conocer muy bien qué es lo que
está afectado, su etiología (causas, origen) y cómo tratarlo. El
tratamiento osteopático en el recién nacido es una disciplina
conocida por su gran eficacia y prevención, siendo en la mayoría de
los casos un tratamiento sin apenas presión en el bebé, por lo que
se convierte en una técnica poco o nada invasiva y muy efectiva.
Se
tratan las patologías más comunes que afectan al neonato, como la
tortícolis congénita, plagiocefalia, otitis de repetición,
obstrucción del lagrimal, …
De
todas formas, es importante considerar el tratamiento de la
embarazada y sus trastornos, teniendo en cuenta que puede estar
perturbando al normal desarrollo del feto.
En
el momento del parto, hay que tener presente que pueden existir
dificultades y necesitar ayudas indispensables que pueden afectar al
recién nacido, como pueden ser fórceps, ventosas...
En
resumen, la osteopatía pediátrica es una técnica para aliviar y
prevenir las patologías más comunes en los recién nacidos,
basándose en devolver el movimiento en la zona afectada y en todo el
cuerpo para que de este modo el bebé se sienta mejor y no genere una
posible lesión continua en su vida.